Cuba mueve hilos para evitar la expulsión de sus médicos en Guatemala

Gobierno cubano intenta evitar la cancelación de sus misiones médicas en Guatemala. (Foto ilustrativa: Cubadebate)

Luego de que se anunciara la posible salida de los médicos cubanos de Guatemala, el régimen de Cuba recalcó el “riesgo” que esto supondría para la asistencia de salud a comunidades rurales del país.

En declaraciones difundidas por la estatal Prensa Latina, el cirujano guatemalteco Ricardo Arriaza, director médico de BioHuman, echó mano del acostumbrado discurso castrista para exaltar la “labor solidaria” del Gobierno cubano hacia los países donde envía sus profesionales de la salud, sin mencionar que se trata de un lucrativo negocio.

El directivo dijo que envió una carta al diputado Felipe Alejos, del partido Todos, quien está impulsando una propuesta para deshacer el acuerdo con Cuba.

Según Arriaza, la salida de los especialistas podría significar un “duro golpe” para la asistencia en los hospitales de zonas rurales, aunque no mencionó el golpe que sería para el bolsillo del régimen comunista.

“Según estadísticas del Observatorio Global de Salud de la OMS, en Guatemala hay 0.4 médicos y 0.1 enfermeros por cada mil habitantes, de ellos, más del 90% ejercen su profesión en la ciudad capital y el resto en las cabeceras departamentales”, señaló el directivo.

Las cifras justificarían la presencia de los médicos cubanos en Guatemala. “Más de 47 millones de casos vistos en 22 años de presencia ininterrumpida, así como 494 mil 360 cirugías y 218 mil 902 operaciones de catarata, servicios inalcanzables para una mayoría pobre en clínicas privadas”, explicó.

Ineficiencia de los médicos cubanos en el extranjero

Esta no es la misma situación que reportan los países a los que el Gobierno cubano envió brigadas para combatir la pandemia de Covid-19.

En países como México, Perú, Argentina y hasta Sudáfrica, los médicos locales se quejaron de la ineficiencia y falta de conocimientos de los antillanos, que tienen apenas el nivel de un estudiante de estos países: no sabían intubar pacientes, ni atender urgencias, por lo que no podían estar sin supervisión.

En Italia se refirieron a las brigadas como “muy costosas y poco preparadas” y, tras exigir una revalidación de sus conocimientos para una licencia provisional -que fue negada-, terminaron prescindiendo de sus servicios.

En el caso de los países que han mantenido tratos médicos con Cuba desde hace años, la detección de estas fuerzas poco preparadas es difícil pues dominan áreas completas y los gobiernos locales no se preocupan por su supervisión, siendo Brasil el único que ha pedido una revalidación.

Cuando los funcionarios cubanos de todos los rubros fueron expulsados de Bolivia en 2019 tras el cambio de gobierno, se descubrió que de los 710 “médicos” cubanos que habían laborado por años en el país, solo 200 tenían licencia para ejercer la medicina.

Dejando de lado el elevado monto que pagan los países anfitriones por los profesionales cubanos, el dinero va a parar casi en su totalidad a las arcas del régimen comunista, sin que se vea reflejada ninguna inversión en el sistema de salud de la Isla.

El gobierno de Miguel Díaz-Canel ha sido denunciado en numerosas ocasiones por quedarse con entre el 75% y 95% del salario de sus brigadistas, algo que ya fue reconocido por las propias autoridades.

“No cuantificaré el valor o el precio que se pagaría por las 332 mil 472 vidas salvadas, porque tal cosa sería inmoral, ni por los 1.073 médicos guatemaltecos formados en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana”, puntualizó Ricardo Arriaza.