La guerra fría entre China y Estados Unidos es ahora por los chips

Quien domine y controle el sector de los microchips, mantendrá una ventaja sobre las demás naciones. (Captura de pantalla © Allison Anderson – YouTube)

¡La creciente guerra fría entre China y Estados Unidos no se detiene! Algunas de sus batallas más crudas se están librando en el sector tecnológico, donde buscan controlar la producción y distribución de microchips y semiconductores, componentes que muchos consideran el oro del futuro.

Controlar la producción y distribución de microchips ¿Por qué es importante?

Los chips son la clave para el funcionamiento de todos los dispositivos electrónicos; desde celulares hasta automóviles y equipos médicos. Estas pequeñas piezas actúan como el cerebro de la tecnología moderna, procesando información, almacenando datos y controlando sistemas vitales de la infraestructura del equipo. La industria mundial actual tiene un valor estimado de 580 mil millones de dólares.

Pero no solo eso, los chips más avanzados también tienen una importancia crucial en el área militar para la defensa y seguridad nacional de los Estados Unidos y China. Desde el equipamiento de las fuerzas armadas hasta la seguridad de las infraestructuras, los chips juegan un papel vital. Son imprescindibles para los sistemas de telecomunicaciones y el desarrollo de tecnología bélica como drones, helicópteros, aviones, misiles de alto rango y radares.

Se hace obvio que quien domine y controle el sector, mantendrá una ventaja sobre las demás naciones; de ahí viene el interés creciente sobre la isla de Taiwán y su mercado de componentes.

Un poco de historia sobre Taiwán

Taiwán es un territorio disputado desde 1949, momento en el que entonces líder chino Chiang Kai-shek y sus tropas leales ocuparon Taiwán, con la esperanza de reorganizarse y regresar para derrotar a los comunistas que había ocupado el poder. Chiang Kai-shek nunca volvió a pisar la China continental, en cambio, Taiwán con el apoyo de EEUU alcanzó un nivel tecnológico e industrial sin igual a nivel mundial.

La empresa Taiwán Semiconductor (TSMC) es la reina de los chips y cotiza en la bolsa de valores bajo el ticket TSM. Produce cerca del 60% de los semiconductores del mundo y más del 80% de los más avanzados para en tecnología militar y espacial.

Uno de los principales conflictos internacionales ha sido el constante reclamo de China sobre el territorio de Taiwán y el estratégico apoyo de EEUU a su independencia. Si China se anexara Taiwán, —algo que podría intentar en la próxima década— el suministro de semiconductores se vería interrumpido masivamente a nivel mundial.

Taiwán es una pequeña nación insular a 180 km al este de China, con ciudades modernas y tradicionales templos chinos. (Captura de pantalla © Crea Y Transforma – YouTube)

En los últimos meses, la administración Biden ha intentado restringir el acceso de China a los chips avanzados y a la tecnología necesaria para fabricarlos, debido al creciente aumento en el gasto militar de los asiáticos. Además, ha logrado persuadir a aliados como Países Bajos y Japón para que limiten las exportaciones de herramientas relacionadas con la producción chips.

La estrategia ha funcionado parcialmente. En los primeros tres meses de 2023, las importaciones de chips de China disminuyeron un 23 % en comparación con el mismo período del año anterior.

¿La respuesta de China?

Poner trabas a la exportación de galio y germanio a los EEUU y países aliados, esos metales son esenciales para construir los chips y otros productos tecnológicos relacionados. China controla el 80% de la producción mundial de galio y el 60% de la producción mundial de germanio. Eso les da un poder extraordinario sobre las materias primas necesarias para manufacturarlos y es un golpe devastador para los EEUU.

La secreta guerra fría no conviene a ninguno de los países y se ha tratado en varias ocasiones de poner bajo control, tanto el Secretario de Estado Antony Blinken, como recientemente la Secretaria del Tesoro Janet Yellen, están poniendo de su parte para reducir las tensiones y buscar puntos en común para negociar, debido a que ambas economías son co-dependientes y se pueden ver afectadas por estas nuevas regulaciones.

En esta industria se desarrollan también empresas públicas como Intel, Nvidia, AMD y Qualcomm, entre otras. De manera indirecta, las empresas dependientes como Apple, Tesla y Microsoft han estado tratando de tener un mejor control sobre la cadena de suministro, desatando así una escasez de semiconductores que puede peligrar la actividad económica de muchas empresas.