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Periódico Cubano

La timba cubana y sus detractores

FARÁNDULA

La timba cubana y sus detractores

Hasta The Beatles, The Rolling Stones y aquellos grupos de la mal llamada “Década prodigiosa” tienen créditos por su aporte a la armonía del naciente estilo

Ante todo, quisiera decir que en este texto solo dejo mi plasmada mi opinión y cualquiera puede diferir de ella con total libertad. Si estoy equivocado en algún detalle, acepto la corrección siempre y  cuando existan bases para sustentarla.

Me gustaría aclarar que personalmente no considero la timba como un género musical, al igual que la denominada salsa. Ambos son un estilo diferente de tocar la música cubana y aunque tengo mis dudas acerca de la salsa… es a fin de cuentas… música para mis oídos.

Es conocida la dificultad de los músicos cubanos post revolución, así como para la música cubana en general, en cuanto a una correcta promoción a nivel mundial. Pero de ahí a decir que es producto de las vicisitudes de vivir en dictadura, o que fue creada para entretener prostitutas, hay un trecho más largo que corto.

Lo único que le debe la timba al cierre dictatorial del régimen cubano es el hecho de que al encerrar a los músicos cubanos fuera de las corrientes de la época en cuanto a estilo musical y comercialización se refiere, y libres de contratos con las grandes disqueras, las cuales obviamente controlaban qué se vendía y se escuchaba en música a través del mundo, los músicos cubanos de la isla se vieron libres de experimentar y crear lo que les luciera apetitoso a su inherente necesidad de artista de experimentar y crear.

Muy aparte de la necesidad de tocar, lo único que llegaba a la isla de música extranjera eran algunas emisoras americanas que malamente se escuchaban de manera clandestina. La única manera de tocar aquella contagiosa corriente de los 70-80 era disfrazarla dentro de la propia música cubana. Así fue como la manera de escribir los metales de grupos como Chicago, Earth Wind and Fire, The Commodores, entre muchos otros, comenzaron a hacer su aporte a la timba. El latin jazz de Gillespie, Chano, Tito Puente también aportó y mucho. De esa necesidad y a la vez creatividad de aquellos músicos inteligentes que mezclaron aquella música con la autóctona música cubana, comenzó a ver la luz la timba.

Hasta The Beatles, The Rolling Stones y aquellos grupos de la mal llamada «Década prodigiosa» tienen créditos por su aporte a la armonía del naciente estilo. ¿Quién recuerda temas como «El martes» de Formell durante su paso por la Orquesta Revé o «La compota de palo»?

La fusión de todo este conglomerado de música prohibida con la rumba, el guaguancó y el son fueron los que parieron a la timba y la hicieron desarrollarse a través de los años. Nació en los sesenta, de la mano de Irakere con Chucho Valdés, Arturo Sandoval, Paquito D’Rivera, de la mano de Elio Revé y de Juan Formell en la Orquesta Revé, de la Juvenia 2000, de Joaquín Betancourt con Opus 13, de Los Dada con Vitico Valdés y el Yiyo tocando «In the Stone» de EW&F con tremenda influencia cubana, de José Luis Cortés con NG La Banda y de La Charanga Habanera. Fue simplemente su origen, evolución y desarrollo.

La chabacanería de las letras, no es una creación de la timba. La música popular cubana siempre ha estado plagada de ella hasta que la popularidad de ciertos temas convirtieron esa chabacanería en algo común y entonces deja de serlo. Las letras de Ñico Saquito, de La Riverside o de Pacho Alonso en su época no creo que hayan sido lenguaje culto ni nada por el estilo, sino todo lo contrario.

Y llega la parte del nombre, y esta parte sí me consta porque fui parte de ella y testigo presencial de los hechos. En la década del 90, y gracias a la pujante fuerza de la comercialización de la palabra salsa para representar a la música cubana desde décadas antes, empujada y muy bien producida por latinos en general desde Nueva York, con grandes shows conglomerados que comenzaron con la Fania y siguieron hasta la RMM, y, por otra parte, la apertura de Cuba al mundo «gracias» al período especial cubano provocado por la caída del campo socialista, permitieron por primera vez en muchos años que la música que se había gestado encerrada en Cuba saliera al mundo por primera vez, y la sacaron como salsa cubana.

Alrededor del 96-98, algunos directores de las bandas más prominentes de la Isla, al darse cuenta de la confusión creada por este arquetipo de la palabra salsa e intentando que el público internacional comprendiera cuál era la música de Nueva York o Puerto Rico y cuál de Cuba, deciden crear un nombre para este estilo y escogen usar la palabra timba para nombrarlo, palabra muy conocida en Cuba desde tiempos inmemoriales y utilizada no solo para nombrar la percusión de las orquestas, sino también para nombrar un barrio y hasta la pasta de guayaba con queso.

En el año 1997, Danny Lozada, un conocido cantante en la isla proveniente de La Charanga Habanera, Conexión Salsera y Salsa D’Esquina, dicho sea de paso, orquestas que trataron de usar la palabra salsa para comercializarse, se independiza de La Charanga Habanera y crea su propia orquesta utilizando como base a Salsa D’Esquina, orquesta donde había trabajado anteriormente.

Y por una propuesta de Juan Formell y José Luis Cortés, decide llamar a esta orquesta La Timba Cubana, y ahí comienza la lucha. Lo demás es historia, comercialización y crítica, sobre todo por parte de aquellos a los que podía afectarles el bolsillo, la creación de un estilo que pudiera competir con la salsa o de aquellos que debido al exigente nivel musical que ya exigía La Timba para su interpretación, no podían siquiera pensar en tocarla.

Y aún continúa, a pesar de que el reguetón mató a la timba y a la salsa por la espalda, en lo que estas dos estaban discutiendo cuál de las dos era la mejor, cosas del destino. La timba cayó en su propia trampa.

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3 Comments

3 Comments

  1. Orlando Salas

    26 mayo, 2018 - 3:32 PM at 3:32 PM

    No se porque dices la mal llamada decada prodigiosa,vas a comparar la musica actual con la de los 60???..para mi aquello era la mejor musica que existira siempre.

  2. Pedro

    21 abril, 2018 - 10:54 AM at 10:54 AM

    La Timba cayó en su propia trampa. Eso lo dice todo

    • Eugenia Guerra

      19 mayo, 2018 - 12:47 PM at 12:47 PM

      No vale ni la pena hacer comentarios, la Timba, estremece el cuerpo, hace bailar hasta el mono,el cubano a sobrevivido a las nesecidades de todo, la escapes de comida y Muchas cosas mas, pero lleva el ritmo en la sangre, si los tim… de Maceo, fueron grandes, defendiendo su patria de la opresión de Espana, cada cubano que baile con la Timba, lo hace con cuerpo y alma, con lo q tiene, lo q lo hace alegrar, y esro no es politica, la Década prodigiosa, Fue La Época De CANTANTES Y CANCIONES Más Lindas De TODOS LOS tiempos, Y Si El Regueton, hace mover todo el cierpo, la Timba suena y sigue sonando en las casas, en las calles, donde un cubano comparte un café, conversa en un parque, y le habla a Un vecino, y si hay arroz con huecos fritos y maduros, se quita la mitad para la vicita que llega sin, pedir audiencia ni avisar con 15 dias de antelación, la Timba va a existir siempre.

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