«No era mi abuela»: Familia cubana denuncia que recibió el cuerpo equivocado

“No era mi abuela”: cubana en Artemisa denuncia que recibió el cuerpo equivocado. (Collage: Mildre Insua-Facebook)

Mildre Insua residente de la provincia de Artemisa acudió a redes sociales para denunciar un nuevo caso de negligencia por parte de las autoridades castristas. La mujer asegura que cuando fue a recoger el cuerpo de su abuela le entregaron uno equivocado.

El suceso ocurrido en el municipio de San Antonio de los Baños fue denunciado por la nieta de la fallecida en las redes sociales: «Esto lo publico para que todos sepan las indiligencias del municipio de San Antonio de los Baños. Me entregaron un cadáver que no era mi abuela Dios mío», inicia la denuncia.

Insua asegura que enterró el cuerpo que pensaban era de su abuela, pero al poco tiempo una familia acudió a su vivienda para informarles que a quien acaban de enterrar no era su familiar.

Luego de eso, la mujer descubrió que el cuerpo de su abuela continuaba en la morgue y que nadie se hizo responsable del error ocurrido.

“La lloramos y le dedicamos toda la familia el descanso en paz, y resulta que al llegar a casa nos llega la verdadera familia del ser que enterramos, y mi abuela que pensamos que estaba allí, aún en la morgue”, se lee en la publicación de Facebook.

La mujer aseguró que lo ocurrido le provocó mucho dolor y sufrimiento, instando a los residentes de la Isla a tener cuidado, pues asegura que es algo que podría pasarle a cualquiera.

“Qué dolor tan grande, qué sufrimiento. ¿Y quién me responde por esto?, nadie. Amigos les pido que tengan cuidado, como le sucedió a mi familia les puede pasar a la de ustedes y les digo de todo corazón que duele”, concluyó la mujer.

La publicación se llenó de comentarios que reflejaban la indignación de los cubanos, los cuales consideraron que todo fue una terrible falta de respeto.

De igual manera, los internautas señalaron que este no ha sido el único caso, pues en varias partes del país se ha denunciado este error, posiblemente debido a la cantidad de cuerpos que las morgues deben de procesar.

“Siento mucho lo que les sucedió. Mi esposo murió de COVID-19 en el hospital de Bayamo y no aparecía, mi hija con aquel terrible dolor se fue casi a las piñas con el borracho que estaba en la morgue, en un momento llegó a pensar que mi esposo no había muerto porque no aparecía, fue desgarrador y hay más para contar”, redactó una usuaria de Facebook.