CORONAVIRUS EN CUBA
Santa Clara: Más de 600 personas bajo vigilancia por brote en el poligráfico
Aunque en un principio se había puesto bajo vigilancia a 321 personas vinculadas, el brote resultó más grave de lo esperado
Santa Clara: Más de 600 personas bajo vigilancia por brote en el poligráfico (YUNIER JAVIER SIFONTE DÍAZ/FACEBOOK).
La cadena de contagios resultado del brote de coronavirus en el poligráfico de Santa Clara, en Villa Clara, podría ser del doble de lo que se había pensado en un principio, según las autoridades de la provincia.
Aunque en un principio se había puesto bajo vigilancia a 321 personas vinculadas al brote de COVID-19 en el poligráfico “Enrique Núñez Rodríguez”, la cifra podría haberse duplicado.
Autoridades sanitarias informaron ante el Consejo de Defensa (CDP) villaclareño que son al menos 659 personas las que están vinculadas a los infectados del brote de COVID-19 en el poligráfico.
Según la prensa oficial, hasta el momento solo cinco trabajadores y ocho de sus familiares han dado positivo a coronavirus.
Este es el tercer gran evento de contagio en Cuba y el segundo en la capital de la provincia de Villa Clara, sede del primer gran brote en la Isla en un hogar de ancianos, que dejó más de 50 infectados.
Una vez que trascendió el contagio en la institución, tanto el personal como sus familiares, entraron en cuarentena dentro del edificio, siendo el primer brote en el que los afectados harían cuarentena en su lugar de trabajo.
Además del poligráfico, resultó afectada la Empresa estatal de Camiones del Centro, donde una trabajadora familiar de un obrero del poligráfico resultó positiva.
Se conoció el pasado viernes también la vigilancia sobre conductores de Correos de Cuba, encargados del despacho de los rotativos.
En el poligráfico, los trabajadores de la planta permanecen en el edificio con colchones próximos a las máquinas donde se imprimen los periódicos oficialistas.
El personal, aún en la contingencia, continúa trabajando, lo que el gobierno de la Isla calificó como una “proeza”, aun cuando los cubanos de a pie se preguntan si es necesario continuar con la impresión de diarios cuando esos recursos podrían ser direccionados a otras necesidades.
