Asaltan a un niño en La Habana para quitarle el teléfono

Cada vez es más común la denuncia en redes sociales sobre asaltos a plena luz del día en cualquier calle cubana. (Foto: Periódico Cubano)

Uno niño fue asaltado a plena luz del día por dos hombres para arrebatarle un teléfono en la barriada de Luyanó, municipio de Diez de Octubre, en La Habana, según denunciaron vecinos de la zona.

El hecho se dio en horas de la mañana en la calle Rodríguez, entre Reforma y Fábrica, según reveló el medio de prensa independiente 14ymedio.

Según relataron testigos del hecho, el menor iba caminando por la vía cuando los dos individuos se abalanzaron sobre él para robarle el teléfono.

“Cuando los vecinos se dieron cuenta y fueron a defender al niño, uno de los delincuentes logró meterse por un pasillo de la calle Reforma, pero lo cogieron. El otro logró escaparse”, aseguran fuentes del medio.

Gracias a la rápida reacción de los presentes, lograron detener a uno de los agresores que fue entregado a las autoridades cubanas.

Así mismo, los testigos aseguraron que, al ladrón que lograron capturar, “Le dieron unos cuantos trompones. Pensé que lo iban a matar porque la gente estaba muy molesta porque le habían hecho eso a un niño”, refiere una ciudadana que vio todo desde un portal cercano.

Tras agudizarse la caótica situación de la Isla, cada vez es más común encontrar en redes sociales denuncias sobre asaltos, estafas y robos a plena luz del día. La violencia ha crecido exponencialmente en un país donde no hay de nada, ni alimentos, ni medicinas, ni oportunidades, ni esperanzas.

Escenarios desesperantes como este, son el caldo de cultivo perfecto para que se incrementen los actos vandálicos, como solución rápida que emplean algunos ante la necesidad y la pérdida de valores de la sociedad.

Sin embargo, el Gobierno no ofrece cifras sobre los robos, asaltos con violencia, o abusos cometidos por el creciente número de delincuentes que pululan en las calles de la Mayor de las Antillas.

Simplemente, se limita a emitir escuetos comunicados donde pide a la población “prudencia” ante las estafas y que la población se mantenga “alerta”. En lugar de cumplir con su deber social, que es proteger a los ciudadanos, están muy ocupados golpeando manifestantes pacíficos o haciendo “decomisos” de productos que nadie vuelve a ver.

Irónicamente, y mientras actos tan lamentables como el intento de robo a este pequeño ocurren, el mandatario no electo, Miguel Díaz-Canel, anda de gira por “países amigos” con su flagrante esposa y asegura sentirse “feliz”.