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Boxeador cubano Frank Sánchez mantiene el invicto después de 24 peleas profesionales
A sus 31 años, el originario de Guantánamo y residente en Miami, ocupa posiciones destacadas en organizaciones como CMB, OMB, FIB y AMB
El púgil confesó recientemente que su sueño era llegar a ese campeón olímpico, representando a Cuba. (Captura de pantalla © Cuban Flash – Instagram)
El boxeador cubano Frank Sánchez extendió a 24 su récord de peleas sin conocer la derrota cuando el pasado sábado derrotó por nocaut a Junior Fa en la cartelera “Día del Juicio Final” celebrada en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita,
Conocido como “The Cuban Flash”, Sánchez demostró su habilidad y potencia en el ring, llevando a Fa a la lona en varias ocasiones. El árbitro declaró la victoria de Sánchez en el séptimo asalto, tras un dominio total sobre el neozelandés. Ahora el invicto del pugilista cubano (24-0) incluye 17 victorias por nocauts en el boxeo profesional.
𝑻𝒉𝒆 𝑪𝒖𝒃𝒂𝒏 𝑭𝒍𝒂𝒔𝒉 🇨🇺⚡
Frank Sanchez moves to 24-0 with a seventh round stoppage win over Junior Fa 👊#DayOfReckoning | DAZN PPV & TNT Sports Box Office | #RiyadhSeason pic.twitter.com/P2n4r15FYo
— Matchroom Boxing (@MatchroomBoxing) December 23, 2023
Su victoria anterior en septiembre, también por nocaut, contra el estadounidense Scott Alexander, solidifica aún más su posición como uno de los pesos pesados más prometedores del momento. A sus 31 años, el originario de Guantánamo y residente en Miami, ocupa posiciones destacadas en organizaciones como CMB, OMB, FIB y AMB.
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— Matchroom Boxing (@MatchroomBoxing) December 23, 2023
En una reciente entrevista, el púgil confesó que su sueño era llegar a ese campeón olímpico, representando a Cuba. Pero finalmente decidió emigrar a EEUU para pelear profesionalmente.
“Una noche hablé con mi mamá: ‘Mañana me voy para La Habana, que voy para los Estados Unidos’. Empezamos a caminar hasta llegar al agua. Ahí ya eran como las 12 y pico de la noche. Llegamos al agua, pero atrasados, pantanos de mosquitos eran como a siete tamaños comiéndonos a esa hora. Ya como a las o para las 4 de la mañana llega la lancha, llega el bote suavecito”.
Al llegar a EEUU tuvo dificultades con sus primeros representantes con los cuales firmó un mal contrato, pero todo cambió “hasta que mi nuevo manejador logró sacarme de ese contrato que tuve con el de Las Vegas. Y ya firmé con mi promotora. A partir de ahí, ya empezamos a tener mi vida a otro nivel”
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