Déficit de materiales de la construcción impide la recuperación de los pinareños ante el paso del huracán

A casi 40 días del paso del huracán Ian por Pinar del Río, los materiales de la construcción no llegan, por lo cual se complica la recuperación de más de 100.000 viviendas afectadas y muchas producciones de tabaco permanecen desprotegidas.

El trágico panorama que se une a lenta restauración del servicio eléctrico fue constando por el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, enviado por el sistema informativo de la televisión cubana a territorio pinareño.

De acuerdo con las publicaciones en Facebook del mencionado comunicador, en el municipio de San Juan y Martínez —uno de los más afectados por la fuerza de los vientos y la lluvia— la tienda de materiales de la construcción que se habilitó solo tiene planchas de fibrocemento y zinc.

“Hace días no entra cemento ni puntillas para asegurar los nuevos techos. El precio de los materiales, aun con el subsidio del 50 por ciento, es una de las principales cuestiones que inquieta a la población y que coloca no pocos contratiempos a la recuperación”, explicó Lázaro Manuel.

Ante el abandono de las autoridades, muchos pinareños han optado por vivir en “facilidades temporales”, una denominación que define a viviendas con un mínimo de seguridad y confort, levantadas con los materiales recuperados de lo que el huracán destruyó.

“En San Juan Martínez, donde poco más del 50% de los damnificados tienen confeccionadas sus planillas para acceder a los materiales, la recuperación marcha lento y con no pocos contratiempos”.

Las instituciones del Estado también fueron afectadas y parecen estar abandonadas a su suerte. Este es el caso de la estación de ferrocarriles de San Juan y Martínez, de la cual solo quedaron en pie algunas paredes. Las imágenes son tétricas.

La situación también es compleja para los productores de tabaco

Para las casas de tabaco también los recursos son escasos. “Mucho tabaco aún bajo las mantas y bajo los escombros de las escogidas y los depósitos”, refiere el periodista oficialista, que se limita a exponer la situación sin criticar al régimen por la mala gestión de la crisis.

Un ejemplo de la complejidad de la situación lo vive Miriam Reina, quien desde hace 17 años decidió convertirse en productora de tabaco. Le han tocado muchos ciclones, pues el territorio pinareño tiene un “imán” para estos fenómenos; sin embargo, Ian fue devastador.

Según contó al citado periodista, el 28 de enero del año pasado le quemaron la casa de tabaco, dice que un vecino lo hizo por un “tema personal”. La levantó en febrero de este año y el ciclón se la llevó en septiembre. El huracán también destruyó su vivienda personal.

Ahora los recursos no llegan, la productora afirma que no quiere nada regalado, pero no hay materiales para la reconstrucción y además cuando los tenga necesitará mano de obra que escasea en la zona, pues la mayoría de la población joven emigró a la capital provincial o se fue del país.

La realidad del campo pinareño es un drama que parece no tener solución.