Estudio afirma que sí hay daño cerebral en diplomáticos víctimas de “ataques acústicos” en Cuba

Un estudio publicado en la Revista de la Asociación Médica de Estados Unidos (JAMA, por sus siglas en inglés), reveló que al menos 40 diplomáticos estadounidenses que se encontraban en La Habana durante los conocidos ‘ataques acústicos’, presentan consecuencias a nivel cerebral.

Entre los padecimientos se encuentra «una conectividad funcional disminuida en las subredes auditivas y visoespaciales, así como diferencias en la materia blanca con personas que nunca estuvieron expuestas”.

Los médicos se basaron en resonancias magnéticas de los afectados, cuyos cerebros fueron comparados con el de personas que no estuvieron en La Habana en 2016, durante el también conocido como “ataque sónico”, tras el cuál se disminuyó el personal de EEUU en la Isla.

#Filgotinib for Treatment-Resistant Rheumatoid #Arthritis, Intensive vs Standard Glucose Management in Acute #Stroke, Neuroimaging Finding in US Cuban Government Personnel, and more. Editor Howard Bauchner summarizes the latest JAMA issue https://t.co/oR5SemenHI

— JAMA (@JAMA_current) July 23, 2019

El medio especializado en ciencias explicó que “en cuanto a la materia blanca, el espacio en el que se producen las conexiones entre células nerviosas, el volumen medio entre los que estuvieron en La Habana era de 542,22 centímetros cúbicos (cm3) frente a los 569,61 cm3 del grupo de control. Esta sustancia blanca es el verdadero sostén de la arquitectura cerebral”.

Uno de los responsables del estudio, el doctor en medicina física y rehabilitación, Randel Swanson, indicó también que “los resultados del estudio, en especial los del cerebelo, son destacables, ya que varios de los pacientes evaluados mostraron alteraciones en el sentido del equilibrio y el movimiento coordinado de los ojos”.

Sin embargo, el vocal de la Sociedad Española de Neurología, Juan Carlos Portilla, declaró que si bien la disminución de la sustancia blanca puede ser causada por la edad, enfermedades neurodegenerativas o traumatismos craneoencefálicos, no encuentra una relación clínica entre esta y la disminución del volumen”.

El propio autor principal del estudio admite que «es difícil decir dónde comenzó el problema; las diferencias cerebrales observadas podrían ser un efecto inmediato de la lesión cerebral o un efecto compensatorio del proceso de recuperación».

Este estudio es la continuación de otro, publicado en la misma revista en abril del año pasado y que fue hecho con 21 diplomáticos, arrojando que “parecían tener un trauma prolongado en una variedad de redes cerebrales sin un historial asociado de traumatismo craneoencefálico».

Al momento, el Gobierno de Cuba no se ha pronunciado respecto al estudio que proporciona nueva información y contribuye a la base de evidencia sobre lo experimentado por los diplomáticos.

Desde La Habana se negó que Cuba fuera responsable de los “ataques sónicos”, e incluso señalaron en una ocasión que los ruidos divulgados eran cigarras y grillos, lo que después fue respaldado por un grupo de científicos de la isla.

En Jama indicaron que continuarán investigando «con una consideración exhaustiva y objetiva de la evidencia científica recopilada de manera rigurosa este caso porque ‘aún no están claras’ las causas de los episodios sufridos por los diplomáticos estadounidenses en la capital de Cuba”.

Entre los síntomas que alegaron los diplomáticos en su momento estuvieron la pérdida de audición, mareos, acúfenos, dificultad para mantener el equilibrio, problemas de visión y para conciliar el sueño, jaquecas o deterioro cognitivo.