Pescador de Santiago de Cuba desaparece en el mar por la negligencia de los rescatistas

David Castro Castillo terminó mar adentro cuando pescada en aguas de Santiago de Cuba. (Foto: Anurgis Pérez – Facebook)

El joven cubano David Castro Castillo, de 25 años, desapareció el pasado sábado 30 de diciembre mientras pescaba en aguas de la playa El Francés, ubicada en Santiago de Cuba. El viento empujó su embarcación mar adentro y poco a poco fue perdido de vista por otras personas que se encontraban en el lugar.

Anurgis Pérez Ferrer, esposa del muchacho, relató en Facebook cómo sucedió el incidente, denunciando el negligente comportamiento de las autoridades y los equipos de rescate tras reportarse que Castro Castillo se encontraba en una situación de peligro.

La tragedia comenzó a las 8:00 a.m., cuando David se aventuró al mar en una balsa y con una caña de pescar. Alrededor de la 1:30 p.m., los vecinos de la zona lograron divisarlo, pero se encontraba demasiado lejos de la costa.

Los residentes especularon que el joven pudo haberse adentrado más allá de los límites seguros y que los fuertes vientos podrían haberlo llevado aún más lejos. Ante la ausencia de señales de acercamiento, llamaron al número de emergencia 106 a las 2:00 p.m., pero no recibieron respuesta. Una llamada adicional a las 2:48 p.m. tampoco fue contestada.

Finalmente, a las 2:59 p.m., realizaron una llamada al 107 para solicitar auxilio, ya que el viento continuaba alejando a David de la costa. Al no aparecer agentes en tierra o una embarcación de los guardafronteras, se volvió a realizar otro intento de comunicación a las 3:43 p.m., el cual sí tuvo éxito, pero no el esperado.

Las autoridades informaron que se enviaría un equipo de salvamento y rescate por tierra y una lancha Griffin por mar. Ante esta propuesta, los familiares de Castro Castillo se trasladaron al puerto de aserradero con la esperanza de obtener información de primera mano, pero les comunicaron que la embarcación no podía ser utilizada por falta de combustible y la presencia de condiciones climáticas adversas.

Alrededor de las 5:00 p.m., llegó un jeep de Guardafronteras, pero sin bote o algún otro instrumento para proceder con el rescate. Los agentes dijeron que solo habían llegado para dar un “asesoramiento”.

“Ellos mismos observaron que David aún era visible desde la costa y es entonces cuando un primer teniente se pone a hablar con el puesto de mando sobre la ubicación. Les respondieron que se encontraba como a cuatro millas”, escribió Pérez Ferrer.

A las 6:40 p.m., continuaron las negligencias por parte de los rescatistas. A esa hora apareció una unidad de bomberos, pero sin buzos, ni lanchas. A las 8:00 p.m., finalmente, llegó el barco que se suponía debía haber partido antes, pero desafortunadamente estaba demasiado lejos de la última ubicación conocida de David y no realizó una búsqueda exhaustiva en toda la zona. A las 10:00 p.m., los rescatistas se retiraron.

Al día siguiente, al intentar obtener información sobre el estado de la búsqueda, les informaron a los familiares que esta se llevaría a cabo solo por tierra, ya que, presuntamente, la tripulación de la lancha de rescate se había enfermado.

El mencionado teniente coronel aseguró que un helicóptero despegaría más tarde para tratar de encontrar al pescador, pero este operativo aéreo nunca se llevó a cabo. “Es doloroso contemplar la situación y sentirnos impotentes, ya que, en cualquier otro país, los servicios de guardacostas y salvamento actúan con rapidez y eficacia. Lamentablemente, en esta ocasión, la respuesta fue frustrantemente lenta”, comentó la esposa, quien pronto será madre.

Pérez Ferrer también agregó: “es evidente que se ha perdido la sensibilidad y la urgencia en esta tierra. En ocasiones, da la impresión de que en este país la vida humana carece de valor, ya que incluso los vecinos de la zona han señalado que cuando se trata de encontrar droga, las autoridades responden con rapidez, pero en este caso crítico, la reacción ha sido notablemente diferente”.