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Cuba retoma producción de almohadillas sanitarias, pero sigue sin cubrir la demanda
“Una menstrúa todos los meses. ¿Qué se piensan estos dirigentes? ¿Será que sus esposas lo hacen diferente?”
La escasez de productos sanitarios que aqueja a Cuba desde hace décadas incluye productos tan básicos como las almohadillas sanitarias, cuya producción sigue siendo insuficiente.
Según informa Diario de Cuba, la estatal Empresa de Materiales Higiénico Sanitarios (MATHISA) ha reiniciado la fabricación de estos productos en las únicas tres plantas de Cuba, tras una suspensión de dos meses a inicios de año.
Las críticas por la insuficiente producción se perciben tanto en redes sociales como en comentarios de medios oficialistas, debido a que no se alcanza a surtir apropiadamente tiendas y farmacias, por lo que solo algunas logran conseguir este artículo básico.
La directora nacional de la empresa, Emma Hernández Ibarra, explicó al periódico oficialista Escambray que la baja producción ha obligado a priorizar “el compromiso de las almohadillas normadas que se comercializan en las farmacias”.
Las declaraciones de la funcionaria dejan ver entonces que las tiendas seguirán desabastecidas.
El racionamiento extremo en la Isla no considera lasa verdaderas necesidades de las mujeres, pues incluso sin el desabastecimiento que se enfrenta actualmente, cada cubana de entre 10 y 55 años tiene derecho a solo un paquete de 10 almohadillas ocho veces al año.
“Una menstrúa todos los meses. ¿Qué se piensan estos dirigentes? ¿Será que sus esposas lo hacen diferente?”, cuestiona Katia, vecina del reparto Bahía, en Habana del Este, quien afirma que su hermana tiene una menstruación abundante e irregular.
“No te puedo contar los apuros que pasa. A menudo no le alcanzan las íntimas y las tiene que comprar por la izquierda, pero a veces no hay quien las venda, y otras lo que no hay es el dinero”, añadió la joven.
El mercado negro es muchas veces la única salida para los cubanos que buscan desesperadamente productos como desodorante, jabón y almohadillas íntimas.
Sin embargo, el prolongado cierre de fronteras a causa de la pandemia de coronavirus ha limitado también ese sector, pues los vendedores no pueden salir a abastecerse de lo necesario para revender.
La escasez de almohadillas lleva décadas siendo un problema para Cuba, que las cubanas han resuelto como han podido con trapos y tela de prendas que ya no usan, y que el gobierno ha justificado con diferentes causas, recientemente el embargo de Estados Unidos.
“¿Bloqueo? El paquete que me acaban de vender vino medio abierto y con nueve íntimas. ¿De eso qué culpa tiene EEUU?”, cuestiona Katia.
Además de los “trapitos”, quienes cuentan con el dinero necesario utilizan las llamadas “tripas”, rellenos para pañales desechables que, por ahora, es posible encontrar en las tiendas.
“Las cubanas usan de todo lo que pueden. Rompen ropas y hasta cojines. Pero yo me pregunto ¿por qué se conforman? ¿Por qué nadie hace nada para que esto cambie?”, señaló otra mujer al citado medio.