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El Rey Pelé: los logros del mejor futbolista de la historia

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El Rey Pelé: los logros del mejor futbolista de la historia

El mayor número de Mundiales jugados y ganados, casi 1.300 goles, y una actitud intachable dentro y fuera de la cancha lo respaldan

El Rey Pelé los logros del mejor futbolista de la historia

Pelé conquistó no solo con títulos, sino con verdadero corazón. (Captura de pantalla © PeleVEVO – YouTube)

Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como ‘Pelé’, falleció de cáncer de colon este 29 de diciembre, con 82 años y una trayectoria que lo convirtió en una leyenda a nivel mundial.

No todos sabían su nombre hasta antes de este jueves, pero todos conocen su apodo, que se ha convertido en sinónimo de futbol, de entrega, talento y magia en la cancha. Pelé conquistó no solo con títulos, sino con verdadero corazón.

Su destreza al dominar el balón, la gracia con la que se desempeñó en el campo y la forma en que quebró los estándares impuestos hasta ese momento en el deporte más popular de Latinoamérica, lo hicieron dejar una huella imborrable en el futbol y lo convirtieron en una de las figuras más queridas del mismo.

Un monarca de origen humilde

La leyenda de Edson Arantes do Nascimento comenzó el 23 de octubre de 1940 en Tres Corazones, en Minas Gerais, Brasil, donde llevó una infancia marcada por las carencias, pero también por las ilusiones: Edson quería ser jugador de fútbol, como su padre, y quería que su país ganara una Copa del Mundo.

Su padre, Joao Ramos do Nascimento, ‘Dondinho’, era un buen delantero que hasta llegó a marcar cinco goles de cabeza en un mismo partido, Pelé llegaría a recordar que ese fue un récord que siempre quiso batir y nunca pudo.

Había sido jugador del Fluminense y del Atlético Mineiro, pero una lesión en su rodilla truncó su carrera con solo 24 años.

Con este antecedente paterno, y la derrota de su selección nacional en el mundial de 1950, frente a Uruguay, el pequeño Edson vivía por la ilusión de llevar a su país a lo más alto y dedicó todo su tiempo libre a practicar sus jugadas.

La escuela no era lo suyo, la abandonó en cuarto grado con muy malas calificaciones, y se dedicó a varios oficios que incluyeron vender bebidas frescas en las estaciones de trenes, lustrar zapatos y atender una gasolinera, que le dio su primer apodo: “Gasolina”, pero no le gustó.

¿Por qué a Edson Arantes do Nascimento le llamaban “Pelé”?

Sobre el origen de su legendario sobrenombre “Pelé”, hay dos versiones: una dice que como su madre estaba harta de solo verlo interesado en el fútbol, le decía “si sóoo te dedicas a jugar al futbol, vas a ser un pelé (un don nadie, un pelele) toda la vida”; la segunda versión dice que el apodo venía de las “peladas”, los descampados en los que jugaba futbol con sus amigos en Baurú.

De cualquier manera, el apodo viene del futbol, como si estuviera ligado por el destino a la vida de aquel jovencito humilde, aunque su gran golpe de “suerte” vino más bien de la dedicación.

El descubrimiento de una estrella

Junto con sus amigos del barrio, Pelé armó un equipo llamado Ameriquinha, desde donde saltó al Baquinho, las divisiones inferiores del Baurú.

Fue en estos partidos donde lo entrenó Waldemar do Brito, exfutbolista que jugó en el Mundial de Italia 1934, y que sería la pieza clave en su formación para perfeccionar su técnica y convencerlo de volverse jugador profesional, a él y a su madre, Celeste; quien consintió que el joven abandonara su trabajo en una fábrica de zapatos y fuera a jugar al Santos F.C.

En el Santos, Pelé debutó ante el Corinthians de Santo André, donde anotó su primer gol, aunque su primer partido oficial fue ante el Cubatao, el 7 de setiembre de 1956, donde con apenas 15 años anotó otro gol.

Pelé había comenzado con el pie derecho, ganó ese torneo como goleador del equipo, y luego, la Copa Río-San Pablo, de 1957.

Su talento destacó de inmediato, y el entonces director técnico de Brasil, Vicente Feola, lo detectó y lo convocó cuando no llevaba ni un año como profesional.

El 7 de julio de 1957 debutó contra Argentina por la Copa Roca en el Maracaná, donde entró en el segundo tiempo, marcando el único gol de Brasil en el partido, que perdieron 2-1. No obstante, tres días después, anotó uno de los dos goles del 2-0 nuevamente contra Argentina, en el Pacaembú.

El estilo único de Pelé

Lo que muchos no saben es que en sus inicios, la Confederación Brasileña de Futbol (CBF) no quería que el astro jugara, pues ese particular estilo de futbol, con trucos, saltos, y “fintas”, que lo catapultó a la fama, era mal visto por algunos de los directivos de ese entonces.

Mientras algunos opinaban que Pelé era un “payaso” que estaba “burlándose” del deporte, Feola defendió a su nuevo talento, que a la vez era respaldado por el público, al que le gustaba ver todos los trucos que a los puristas les parecían “absurdos”, y trataban de imitarlos.

Al astro brasileño incluso se le prohibió jugar con ese estilo, bajo amenazas de retirarlo del equipo, orden que él desobedeció, al seguir innovando con cabezazos, “bailes”, saltos, y la famosa “chilena” —no creada él—, pero sí explotada al máximo.

Los resultados que le trajo su nuevo estilo y el apoyo del público, que vitoreaba su apodo y pedía verlo jugar, terminaron por convencer a las autoridades deportivas del país sudamericano, y este acelerado crecimiento hizo que lo convocaran para el Mundial de Suecia 1958.

El Rey del mundo y las copas mundiales

Había comenzado la leyenda, Brasil debutó recién en el tercer partido de grupo ante la URSS, de Lev Yashin, donde ganó con un rotundo 2-0, pese a que el goleador llegó lesionado.

El equipo avanzó hasta semifinales, donde se llevó a cabo otro encuentro cardíaco contra Francia, a la que derrotaron, no por poco, con un impecable 5-2.

La final ante la Suecia de Liedholm y Gunnar Gren, Brasil iba perdiendo por un gol, pero el milagro llegó en el segundo tiempo, cuando Pelé pasó la pelota por arriba de Gustavsson, asestando el tercer gol del juego.

Con el partido 4-2 y casi definido, el brasileño libró a la defensa sueca, y con una excéntrica jugada consiguió darle al balón con la cabeza, dándole una trayectoria curva que finalmente terminó en el fondo de la red.

Brasil era campeón del mundo por primera vez, y un Pelé de 17 años no pudo evitar contener las lágrimas al pensar a dónde había llegado su equipo, y saberse partícipe —y no en pequeña medida— de ese triunfo.

Con solo 17 años, el joven brasileño que lustraba zapatos se convirtió en leyenda, consiguiendo lo que hasta ahora nadie ha superado: la primera y única selección latinoamericana que haya ganado un Mundial de la FIFA jugado en Europa.

La revista francesa L’Equipe le otorgó el título de “Rey del Fútbol” y fue conocido desde entonces como “O Rei”, un título que preservó con su trayectoria y que se le quedará para siempre.

A pesar de todo, las ganancias del campeón eran bastante más modestas que las de los jugadores de hoy en día, y al volver a Brasil, renegoció su contrato con el Santos por 22 mil dólares de prima, una casa, y un automóvil Volkswagen.

Después de esa primera copa, la leyenda apenas comenzaba, y en su carrera Pelé se convirtió en el único futbolista de la historia en levantar tres Copas del Mundo, siendo protagonista innegable de todas ellas, con jugadas exquisitas y goles certeros.

Cuatro años después de su primer gran triunfo y de darse a conocer al mundo, conquistando con su forma de jugar, Pelé llegaría a su segundo Mundial: Chile 1962.

Aunque con una escasa participación de solo dos partidos, debido a una lesión, un esguince que lo obligó a retirarse a medio partido contra Checoslovaquia, Pelé consiguió anotar su gol mundialista, y también ese año pudo alzar la Copa.

Una de sus participaciones más recordadas sería en la siguiente edición del torneo, México 1970, donde tras un duro camino hasta el final, los cariocas se enfrentaron a Italia en el masivo Estadio Azteca, y Pelé anotaría con la cabeza uno de los cuatro goles que le dieron la victoria a Brasil.

La figura de Edson Arantes do Nascimento, se mantiene como la más grande de la historia del futbol, con el mayor número de participaciones en Copas del Mundo (5), y el mayor número de Mundiales ganados como individuo.

Según la FIFA, con 767 goles en 831 partidos oficiales, Pelé es el quinto máximo goleador de la historia del fútbol, por detrás de Romario (772), Lionel Messi (788), Josef Bican (805) y Cristiano Ronaldo (821).

No obstante, en el Libro Guinness de los Récords aparece con 1.279 tantos y él mismo afirmaba haber marcado 1.283 goles en toda su carrera (ninguno de ellos con la mano), contando su etapa de formación y encuentros no oficiales.

Por todo ello, la leyenda de Pelé prevalece y su buen nombre, nunca opacado por adicciones ni escándalos de ningún tipo, servirá de inspiración para cualquiera que, con pasión, disciplina y talento, busque seguir sus sueños de llevar a su país a la cima del mundo.

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