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Diplomático cubano exiliado responde sobre las acusaciones de “traidor” y “espía”
“Qué tipo de persona sería yo que estaría dispuesto a sacrificar a mi familia por el régimen que nos ha hecho perder a todos”
La polémica en torno a Joel Suárez Orozco, diplomático cubano exiliado en Estados Unidos, continúa. El joven, que alzó su voz contra el gobierno de la Isla en Nueva York durante la visita de Miguel Díaz-Canel a esa ciudad, ha vuelto a ofrecer declaraciones al periodista Mario Vallejo sobre las reacciones que han generado sus palabras.
Tres días después de sus fuertes confesiones —donde reconoce que en su país hay una dictadura y revela las regulaciones y el acoso al que se enfrentó luego de su renuncia al Ministerio de Relaciones Exteriores— el diario Granma publicó un artículo firmado por Michel Torres Corona, el conductor del repudiado programa televisivo Con Filo, donde se acusa al exfuncionario cubano de “traidor”.
“Tuve el disgusto de leerlo”, dijo Joel, quien reconoció que en un primer momento le llamó mucho la atención que el gobierno, a través del órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), se haya tomado el trabajo de responder así a este tema, lo que legitima de algún modo sus declaraciones y evidencia la molestia del régimen.
“Pero después miro las vistas de la entrevista que va por 400 mil y más… o sea es casi un acontecimiento que no pueden ignorar. En lo personal me lo tomo como un souvenir de mi viaje a Nueva York. Si una dictadura asesina, que masacra al pueblo y le quita todos sus derechos me llama traidor, pues significa que estoy del lado correcto de la historia”.
“Hay muestras de poder extraordinarias en el artículo de Granma, porque se puede ver que hay un destierro. En el último párrafo hay una manifestación de un destierro hacia mi parte. Ya yo me había desterrado de Cuba desde el momento en que me di cuenta de que en Cuba no iba a ser persona nunca más y tuve que huir. Pero ahora ya está legitimado. Contradictoriamente, cuando quería salir de Cuba no me permitían y ahora no me van a dejar entrar, pero así es como funciona la isla cárcel y esto le pasa a diario a cubanos que están obligados a no regresar a la patria”, agregó Joel Suarez.
El diplomático considera además que esta respuesta del gobierno cubano funciona como amenaza y escarmiento para evitar que se repita: “Es también un llamado a la disciplina porque una dictadura se moviliza con el miedo y tienen pánico a que otros en la posición en la que yo estuve o similar puedan decidir hacer exactamente lo mismo, desertar; lo cual es una forma de resistencia genuina y aceptable a la que el régimen le teme y para lo cual invierte muchísimos recursos para impedirle a estas personas que puedan moverse y expresarse con libertad”.
Históricamente, los cubanos han sido criados en la desconfianza y les han inoculado el síndrome de la sospecha, por lo que si bien para los voceros y seguidores del PCC el joven diplomático es un “traidor”, para otros cubanos de dentro y fuera de la nación antillana podría ser un espía, y sobre esto le responde a Mario Vallejo.
“Yo soy un estudiante de maestría aquí en mi universidad. Yo tengo un propósito, que es llevar adelante mis estudios. Siempre van a haber teorías conspirativas detrás de todos los acontecimientos, especialmente en un país tan enrarecido como el nuestro, donde nos han enseñado a temer, a desconfiar y donde es una práctica habitual hacer cosas como esas porque la Seguridad del Estado funciona de esa manera. O sea, hay un espacio para las dudas que es legítimo y cada cual que saque sus conclusiones. Yo no pido absolutamente nada de nadie. El tiempo dirá y le permitirá a cada bando sacar sus conclusiones”.
Joel Suárez formó parte de la misión diplomática cubana ante Naciones Unidas como Tercer Secretario en 2020; y luego renunció a la Cancillería cubana, por lo cual fue “regulado” por el gobierno cubano, que comenzó a hostigarlo para evitar que saliera del país.
“Durante dos años pude haber viajado legalmente a EEUU y no pude por culpa de la reiterada e inacabada regulación sobre mi persona, así que entré a este país con un parole por la frontera sur de Arizona, atravesando primero el mar y después parte de Centroamérica. Mi familia también tuvo que hacer el viaje solita por Centroamérica, poniendo su vida en peligro como tantos cubanos”, agregó.
“¿Qué posibilidades existen de que seas un espía?”, le pregunta directamente Vallejo al exfuncionario cubano. Esta fue su respuesta: “Imagínate tú, sería una historia muy bien entretejida por parte de esa gente. Es poner la vida de mi hija a atravesar ríos por Centroamérica. Los hijos son lo más grande que una persona pueda tener. Mi hija y mi esposa atravesaron solitas las lomas de todo un continente y ríos montadas en balsas inflables, se enfrentaron a policías corruptos por el camino…No se trata de lo que hice yo, que muchos lo han hecho y lo seguirán haciendo, pero qué tipo de persona sería yo que estaría dispuesto a sacrificar a mi familia por el régimen que nos ha hecho perder a todos y que está haciendo pasar hambre a mis amigos y familiares en Cuba. Que cada cual piense lo que quiera”.