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Fernando Bécquer dedica canción a “una mujer” que quiso “enterrarlo”
“No hay medida cautelar que le impida continuar su accionar de predador sexual”
El trovador Fernando Bécquer, quien ha sido denunciado por agredir sexualmente alrededor de 30 féminas, publicó en sus redes sociales una canción donde hablaba de una mujer que quiso convertir su vida en un infierno.
“… esa mujer quiere hacerme trizas, usando el peso de su palabra. Es una pena que sea poeta y toque guitarra. Una mujer cogió la batuta del feminismo y no dudó en enterrarme”, dice el texto publicado en el muro en Facebook de “Elbecquer Decuba”.
La letra del tema hace alusión a los “rumores” sobre los presuntos ultrajes sexuales cometidos por el artista durante los años 1999 y 2021, los cuales fueron creados, según su criterio, “siguiendo el rumbo, de los herejes del patriotismo”.
Mientras Fernando Bécquer continúa en libertad, a pesar de las denuncias formales realizadas por algunas de sus víctimas, cientos de cubanos se encuentran tras las rejas por simplemente expresar su opinión. Son las paradojas de un país donde el gobierno premia la violencia machista y reprime el pensamiento.
“No hay medida cautelar que le impida continuar su accionar de predador sexual. No hubo juicio sumario. No se ha informado en la televisión de ninguna investigación en curso ni se le ha expulsado de ninguna institución”, denunció la activista Salomé García Bacallao en su muro en Facebook.
Poco después de que salieran a la luz los testimonios de las víctimas, Fernando Bécquer se presentó en un centro de Artex junto a Ray Fernández. “Tan poco respeto nos tienen las instituciones culturales a las mujeres cubanas, tan poco le temen a un escándalo público”.
El artista “se siente tan impune”, refirió García Bacallao, que además de acosar a las mujeres que se sumaron al hashtag #YoSíLesCreo, publicó en la mencionada red social “una ‘canción’ a una mujer ‘que cogió la batuta del feminismo’ (…) como si un agresor sexual en serie y con patrón definido que además se escuda en rituales religiosos falsos, fuera solo un problema del feminismo”.
Cuba “es una aberración, no solamente porque reina la injusticia, y porque la ley sirve para proteger a las instituciones y organizaciones y héroes y mártires y a los sing**s dirigentes. Lo es también por toda la gente que permanece callada y cómplice”, señaló.
Hace unos meses, la revista El Estornudo sacó a la luz la historia de un grupo de mujeres que aseguraron haber sido agredidas sexualmente por el trovador. La información fue politizada por la prensa y artistas oficialistas que restaron valor a las implicadas, por ofrecer sus declaraciones a un medio independiente.
Desde entonces, decenas de féminas se han unido y desempolvado episodios similares vividos junto a Bécquer, quien ha dicho no cree en sus palabras, únicamente en “la revolución”. Todas las denunciantes coinciden en que el músico usaba la religión para cometer sus abusos y se aprovechaba del momento de vulnerabilidad por el que atravesaban algunas de ellas.