La reunión tuvo lugar en las oficinas de Akerman en Brickell, Miami. (Foto: Periódico Cubano)
Alrededor de 70 empresarios cubanos del sector privado llegaron a Miami para detectar oportunidades de negocios y, según simpatizantes del Partido Demócrata como el excongresista Joe García, desvanecer la percepción miamense que tacha a las firmas cubanas de ser meros tentáculos de la dictadura.
De acuerdo con un extenso artículo publicado por el Nuevo Herald, la llegada de los emprendedores cubanos que dirigen Mipymes de alimentos, textiles y hasta de desarrollo de software, es una iniciativa que pretende respaldar las posibles medidas de la administración de Joe Biden de facilitar el apoyo financiero a los negocios privados en la Isla con la apertura de cuentas bancarias en Estados Unidos.
La coordinación de la visita está a cargo de “prominentes cubanoamericanos”, que al parecer quieren sacar dividendos de los cambios de la política de EEUU hacia Cuba bajo la actual administración.
“La comunidad cubanoamericana cree que una parte esencial de una futura Cuba democrática y próspera incluye un sistema de libre empresa”, dijo García, uno de los organizadores del viaje.
Durante la reunión –efectuada en la firma de abogados Akerman LLP, con sede en Miami–, se delinearon los caminos por los cuales firmas norteamericanas pueden exportar directamente a las Mipymes cubanas pese al embargo estadounidense. El camino está plagado de trámites y autorizaciones que se deben sortear.
La mayoría de los negocios en Cuba requieren materias primas para sus producciones o directamente se dedican al comercio de los productos terminados que importan desde el extranjero.
Por ejemplo, uno de los representantes del rubro comercial fue Aldo Álvarez, quien con su Mipyme Mercatoria importa alimentos al país caribeño para revenderlos en el deprimido mercado interno. En la operación de su negocio compra en el extranjero grandes cantidades de pollo, aceite de cocina y harina de trigo.
Solo unos pocos realmente crean valor, como es el caso de Zoraida Pérez Barrera, propietaria de la marca de ropas Zory, quien en su visita a Miami aspira a encontrar canales de distribución para exportar sus ropas autóctonas y generar divisas. Ella tiene 15 años confeccionado ropa hecha a mano en Santa Clara y actualmente su emprendimiento ya cuenta con 14 trabajadores contratados.
Otro caso es el emprendimiento D’Cabellos SURL, que se dedica a la fabricación de productos de belleza e higiene en una fábrica que montó su fundador en Camajuaní, Villa Clara. La empresa generó ventas por 2.2 millones de dólares en 2022.
También acudieron negocios que se dedican a propiciar viajes turísticos en autos antiguos. Ese es el caso de Nidialys Acosta, propietaria junto a su esposo de Nostalgicar. Según las declaraciones obtenidas por el Nuevo Herald, la cubana está esperanzada con las nuevas medidas que anunciaría el gobierno de Biden.
Pero aclara que “no estamos pidiendo dinero, préstamos o créditos; estamos pidiendo la posibilidad de llevar a cabo negociaciones de forma independiente sin que la gente tenga que mediar”.
rebeca ulloa
1 de octubre de 2023 at 12:49 AM
No hay quien se crea que estos son emprendedores privados. Es puro cuento. Es una manera de sobrevivencia de la dictadura castroomunista que vive del invento y engañando a los demas
Manuel Hernández
29 de septiembre de 2023 at 8:47 AM
Aquí vemos un paso positivo que por lo que se aprecia a ningún Ministro o dirigente del Sistema actual cubano se le había ocurrido, mas bien estimo, que lo rechace, teniendo en cuenta la “Continuidad” que prohíbe las empresas privadas y con ellas el enriquecimiento de ese sector. Con este nuevo sistema económico se logra excluir el método caduco e ineficiente Socialista; veamos que planean o cuantos inconvenientes ponen, para demostrar que ese método Capitalista es malo e inhumano. Démosle tiempo al tiempo
Alain
28 de septiembre de 2023 at 8:23 AM
70 Testaferro de un Régimen Terrorista y Totalitario , que ninguno de ellos se manifiesta a favor de los presos políticos ni de los disidentes , simplemente son Agentes del G-2 Bajo una nueva misión Comercial.
Este mandato de Biden da hazco y repugnancia