Sábanas sucias y con huecos para los pacientes del Hospital General de Guantánamo

Continúan las quejas por las deplorables condiciones de los centros de salud en Cuba. Usuarios en redes sociales denunciaron esta semana la precaria situación que impera en el Hospital General Agostinho Neto, de la oriental provincia de Guantánamo, donde las sábanas están llenas de huecos y son inservibles para los pacientes.

Duniesky López Blanco publicó en Facebook el pasado domingo unas fotografías en las que se ve a un paciente con isquemia cerebral sin poder cubrirse, porque la sabana que le dieron está rota por todas partes.

Dos días después de esta denuncia y varios comentarios de inconformidad por el trato indigno al paciente, López Blanco publicó la fotografía de una cama bien tendida en el mismo hospital preguntándose si hay o no sábanas buenas en este lugar.

En respuesta a su duda, algunas personas le comentaron que varios pacientes llevan sus propias sábanas, a pesar de que el hospital tiene que garantizar esta tela como parte de la atención a los internos.

El usuario Alejandro González manifestó que mientras no haya sanidad, camas con colchones, baños funcionales y exista la escasez de medicina, Cuba no puede ser llamada potencia médica como alegan las autoridades.

A principios del año la opositora Leidys Tabares, líder del grupo Flamur Cuba, denunció que las malas condiciones y falta de equipos en el Hospital Clínico Quirúrgico Manuel Ascunce Domenech de Camagüey provocaron que le amputen una pierna a su esposo.

La activista denunció que en dicho centro de salud se tiene una pésima higiene en todos sus espacios y los internos estaban recibiendo una mala alimentación, además de ser atendidos con guantes reciclables.

Este año también se denunció que tres policlínicos ubicados en Santiago de Cuba tenían escasez de material para placas de rayos X, falta de agua, equipos defectuosos y aires acondicionados inservibles.

Tanto pacientes como trabajadores de lugar, bajo el anonimato, denunciaron esta situación y coincidían que para recibir la atención había una lista de espera de meses.

Mientras los habitantes de la Isla viven estas penurias en el sistema de salud pública, el gobierno cubano prefiere dar más atención a las misiones de salud que ofrecen a otros países a cambios de fuertes sumas de dinero.

Médicos que participaron en estas misiones y decidieron no regresar a Cuba, denunciaron que nunca recibieron un salario completo  y los hacían trabajar durante largas jornadas bajo la vigilancia de agentes de la Seguridad del Estado que se hacían pasar por galenos.