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Sacerdote gay confiesa que tuvo sexo en el Vaticano: “Éramos vecinos del Papa”
«Era una doble moral que me atormentaba, cuando me confesaba me mandaban a rezar el padre nuestro», recuerda
Un sacerdote argentino confesó a la prensa de su país que mantuvo relaciones sexuales con otro cura en el Vaticano, un comportamiento que lo llevó a abandonar para siempre su vocación, informó la cadena Todo Noticias.
Pablo, originario de la provincia de Salta, participó desde muy pequeño en las diferentes actividades de la iglesia: el coro, los grupos de jóvenes y los retiros. Toda su vida giraba en torno a la religión, así que cuando terminó la escuela decidió matricular en un seminario para convertirse en cura.
Se mudó a Buenos Aires y estudió otros ocho años teología y filosofía hasta que finalmente lo nombraron sacerdote. Fue en ese periodo cuando despertó su condición sexual.
“Cuando estaba en el primer año del seminario, vino un colega colombiano. Pegamos buena onda, una noche me invitó a su cuarto y me propuso tocarnos. Después me puse mal así que decidí contárselo a mis superiores”, contó a TN.
Pablo aseguró que en el seminario le agradecieron por su sincenridad y le otorgaron una segunda oportunidad. De ese primer encuentro sexual a su último día como cura pasaron 17 años.
Entretanto, Pablo buscaba encuentros sexuales con otros hombres a través de las redes sociales, donde se aseguraba de presentarse con perfiles falsos. «Muchas veces entraba a chats gays y decía que era cura, ahí me escribían muchos más”, dijo.
“Se ve que había un morbo», afirmó el ex sacerdote, ahora radicado en la localidad argentina de Villa Mercedes
Con el colega colombiano, Pablo volvió a encontrarse muchos años después en Roma. “Los dos, ya sacerdotes, volvimos a coincidir y terminamos lo que habíamos empezado en el seminario. Tuvimos sexo en el Vaticano (…) éramos vecinos del Papa”, confesó.
Aunque siguió dando misas y daba clases de teología en el Colegio San Agustín, continuaba manteniendo encuentros con otros hombres.
«Era una doble moral que me atormentaba, cuando me confesaba me mandaban a rezar el padre nuestro», recuerda.
Fue entonces cuando decidió tomarse un año para reflexionar y comenzó a salir con Oscar, su actual esposo, y finalmente abandonó sus tareas como cura.
Pablo, que sueña don tener su propio restaurante, ahora cocina para eventos y acaba de cumplir dos años de matrimonio con Oscar.
