Alexei Navalny: biografía del opositor al régimen de Vladímir Putin

Alexei Navalny enfrentó y denunció al régimen de Vladímir Putin. (Captura de pantalla © Alexei Navalny – YouTube)

Alexei Navalny, principal opositor al régimen del presidente ruso Vladímir Putin en la última década, perdió la vida a los 47 años en misteriosas circunstancias mientras cumplía una condena en una prisión de máxima seguridad, ubicada en el círculo polar ártico. A continuación, se comparten datos relevantes de la vida de este activista que sin miedo evidenció la corrupción y autoritarismo del actual gobierno ruso.

La figura central de la oposición rusa en los últimos años nació el 4 de junio de 1976 en la localidad rural de Butyn, ubicada en la región de Moscú. Él se graduó en Derecho en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos en 1998 y fue hasta 10 años después cuando comenzó a denunciar en su blog las malas prácticas en las grandes corporaciones estatales.

El activista empezó a ganar seguidores hasta tener a miles de ellos pendientes de sus declaraciones y tácticas poco convencionales, como convertirse en accionista minoritario en importantes empresas petroleras y bancos, para poder hacer preguntas incómodas desde esa posición.

Navalny expuso irregularidades financieras y desafió abiertamente al establishment vinculado a Putin. En las elecciones parlamentarias de 2011, instó a los ciudadanos a no votar por Rusia Unida, el partido del actual mandatario, instituto político al que terminó denominándolo como el “partido de los criminales y ladrones”.

Encarcelamientos y participación en elecciones de Rusia

La victoria de Rusia Unida desencadenó protestas en el país y él terminó bajo arresto por ser parte de ellas. Sin embargo, después de 15 días en prisión, salió a tiempo para hablar en la mayor de las manifestaciones postelectorales en Moscú, ocurrida el 24 de diciembre de ese año con unas 120.000 personas.

En 2013 fue encarcelado por una supuesta malversación de fondos. La acusación alegaba un movimiento irregular por parte de una filial rusa de la empresa de cosméticos francesa Yves Rocher y de la empresa maderera Kirovles.

Su hermano Oleg fue encarcelado durante tres años y medio y Alexei recibió la misma pena por este caso. Sin embargo, como su detención terminó siendo considerada como un acto de represión política, obtuvo su libertad antes y pudo participar en las elecciones a la alcaldía de Moscú, en las que quedó segundo con el 27% de los votos, detrás del aliado de Putin, Sergéi Sobyanin.

El resultado se consideró exitoso por no tener acceso a los medios de prensa estatales, su campaña dependiendo del alcance de sus declaraciones en internet y el respaldo ciudadano de boca a boca.

En 2017 fue condenado por segunda vez y recibió una sentencia suspendida de cinco años. Para él, este nuevo proceso solo fue una jugada del régimen para excluirlo de las elecciones de 2018.

Envenenamiento con Novichok y estado de coma

Durante un vuelo a Siberia en agosto de 2020, el opositor se desplomó y fue trasladado de emergencia a un hospital en Omsk, en el centro del país. Tras confirmarse que se encontraba en estado de coma, una organización humanitaria con sede en Alemania solicitó permiso para su traslado a Berlín.

Las atenciones médicas en la nación germana dieron como resultado que él fue envenenado con el agente nervioso Novichok. Aunque el Kremlin negó su implicación, investigaciones posteriores, incluida una realizada por el grupo periodístico Bellingcat, apuntaron a agentes del Estado ruso como responsables del intento de asesinato.

Navalny continuó su lucha incluso después de recuperarse del envenenamiento. Sin embargo, fue encarcelado nuevamente en 2021 por violar los términos de una sentencia suspendida en 2014.

Arresto y muerte en una prisión de máxima seguridad

Esta nueva detención ocurrió en la colonia penitenciaria de Vladímir, ubicada a unos 100 km de Moscú. En este lugar le negaron el tratamiento adecuado para sus problemas en las piernas y espalda.

Su tiempo en prisión estuvo marcado por condiciones inhumanas y abusos, incluida una huelga de hambre en protesta por la falta de atención médica adecuada. A pesar de los llamamientos internacionales para su liberación, las autoridades rusas se mantuvieron inflexibles.

En marzo de 2022, su sentencia se incrementó en nueve años al ser declarado culpable de nuevos cargos de malversación de fondos y desacato al tribunal. Unos meses después se descubrió que ya no se encontraba en esa prisión.

Antes la exigencia de datos sobre su verdadero paradero, las autoridades rusas confirmaron su traslado la prisión IK-6, a más de 249 kilómetros al este de Moscú, donde lo pusieron repetidamente en régimen de aislamiento.

En agosto del año pasado recibió una sentencia adicional de 19 años tras ser acusado de formar y financiar organizaciones y actividades extremistas. Luego de este juicio completamente sumario, lo movilizaron a la prisión IK-3, reservada para los criminales más peligrosos de Rusia, donde finalmente murió por causas que aún no han sido detalladas.

Un comunicado de las autoridades rusas señala que tras dar un paseo por las instalaciones del lugar se desvaneció y le aplicaron procedimiento de reanimación que no dieron resultados.