TV con entrega en TODA CUBA desde $199 🇨🇺 Envía AHORA
Conecta con nosotros

Periódico Cubano

Agustín Parlá, el padre de la aviación cubana

HISTORIA DE CUBA

Agustín Parlá, el padre de la aviación cubana

En 1913, protagonizó su más famosa hazaña al volar en un hidroavión sin brújula desde Cayo Hueso hasta el Mariel

Agustín Parlá Orduña piloto cubano

A principios del siglo XX, cada piloto alrededor del mundo tenía un solo sueño: romper un récord de velocidad o distancia en avión. (Captura de pantalla en blanco y negro coloreada por Periódico Cubano © MGCubanHistory – YouTube)

El 20 de abril de 1912, Agustín Parlá Orduña hizo historia al convertirse en el primer piloto graduado de Cuba, luego de obtener su licencia apenas un año después de comenzar a estudiar en la Escuela de Aviación de Curtiss.

Parlá nació en 1887 en Cayo Hueso, Florida, fruto de una familia de emigrados cubanos. Allí pasó gran parte de su infancia hasta que terminó la Guerra Necesaria y retornó a La Habana. Su padre dirigía varias empresas tabacaleras en el territorio estadounidense, donde también ayudaba a recaudar fondos para la causa independentista.

En 1913, el joven piloto protagoniza su hazaña más famosa al volar en un hidroavión sin brújula desde Cayo Hueso hasta el Mariel. El viaje era la ruta de una competencia contra Domingo Rosillo del Toro, otro destacado aviador antillano. Ambos debían partir el 17 de mayo, pero Parlá se retrasó dos días por problemas técnicos.

Antes de salir dijo: “Parto sin más auxilio que Dios, con la bandera del Apóstol, la cual llevaré a costas cubanas o me sepultaré con ella en el golfo”. Su intención era entregarle al presidente de la República, Mario García Menocal, la bandera que tiempo atrás había recibido su padre como regalo de José Martí.

Aunque el destino final del recorrido era La Habana, Parlá no logró localizar la ciudad y cayó en la zona baja de la bahía del Mariel, donde fue rescatado por pescadores locales. Pronto comenzaron a llegar pobladores de las localidades vecinas, atraídos por la presencia de la aeronave que era considerada una rareza en aquellos tiempos. Por supuesto, en esa ocasión el aviador no ganó el primer lugar, pero en 1916 conquistó el podio en otro evento internacional que consistía en volar sobre las cataratas del Niágara.

Con la creación del Cuerpo de Aviación del Ejército de Cuba, se le otorgó el grado de capitán y su avión pasó a ser el segundo aparato militar del país. En lo adelante, lograría importantes proezas: en 1915, vuela entre La Habana y Santiago de Cuba en una travesía de siete horas; en 1919, realizó el primer vuelo comercial a los Estados Unidos; en 1920, inició los vuelos nocturnos en la Isla.

Sin embargo, fue despedido de su cargo como Primer Inspector General de Aeropuertos en 1946, una situación por la que se sintió incomprendido y aislado. Además, se le negó la emisión de un sello conmemorativo por el aniversario 30 de su vuelo Cayo Hueso – Mariel.

Esto lo sumergió en una profunda crisis, agravada por sus frustraciones personales. Agustín Parlá terminó con su vida de manera trágica al suicidarse mientras piloteaba el 31 de agosto de 1946. Sus restos permanecen en el panteón de los Emigrados Revolucionarios de la Necrópolis de Colón.

¡Únete al canal de Telegram y WhatsApp para contenidos exclusivos!

SUSCRÍBETE y recibe noticias GRATIS
Suscritos Widget

Comentar noticia

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Arriba