Octava patana de energía eléctrica ya está en la Bahía de La Habana

Una nueva y mayor central flotante de electricidad con capacidad para generar 240 MW ha llegado hoy a la Bahía de La Habana, procedente de Turquía, según dio a conocer en sus redes sociales el Ministerio de Energía y Minas de Cuba.

Esta patana es la octava que arriba al país y podrá aportar el doble de la electricidad que la anterior recibida en noviembre de 2022, la cual solo alcanzaba a producir 114 MW.  

Como se puede ver en las imágenes que circulan en redes, el barco muestra la insignia de Karadeniz Karpowership, una de las subsidiarias de Karadeniz Holding —propietaria de la única flota de centrales eléctricas flotantes del mundo— con la que ha negociado el gobierno cubano.

Karpowership es el diseñador, constructor y operador de las primeras centrales eléctricas móviles, las cuales funcionan como una planta de energía flotante dentro de un barco a base de fuel oil, gas natural y gas licuado.

Hasta ahora las siete centrales existentes en el país suman una potencia de 400 MW, por lo que con esta nueva incorporación la cobertura será de 640 MW, cifra que representará apenas el 21% de la demanda del país cercana ya a los 3.000 MW.

Esta modalidad de generación de energía móvil ha sido reconocida por el gobierno cubano como una de las estrategias priorizadas de trabajo de la UNE para sumar potencias al sistema eléctrico del país, a pesar de que sus beneficios sean a corto plazo y costo diario. 

Las centrales flotantes son utilizadas en el mundo como medidas temporales para situaciones de crisis, pero actualmente el gobierno de Cuba continúa invirtiendo en ellas, mientras las termoeléctricas del país siguen colapsando después de décadas de explotación sin mantenimientos profundos ni inversión.

Aunque muchos usuarios en redes que han sufrido en los últimos meses constantes apagones se alegran por la esperanza de tener así más horas con fluido eléctrico, no dejan de cuestionarse el precio del alquiler de estas patanas: “Es una buena noticia para lograr la estabilidad energética del país a corto plazo. Pero, por otra parte, la economía se sigue desangrando con los alquileres de esas centrales flotantes. Nuestro presidente dijo que era muy costoso para el país la construcción de nuevas termoeléctricas, pero sería la mejor opción a largo plazo, porque la demanda va a seguir subiendo año tras año”.

Una vez que llegan a las aguas cubanas estas unidades no pueden echarse a andar inmediatamente. Para poder sincronizarse con el sistema energético nacional, el procedimiento regular con estos barcos implica, según comentó a Cubadebate Lázaro Guerra Hernández, director técnico de la UNE, la conexión mediante líneas de trasmisión y evacuación de la energía, ir a la refinería Ñico López para aprovisionarse de combustible y después trasladarla a su destino de ubicación para el anclaje y prueba de motores.

Los primeros de estos sistemas de generación flotantes llegaron al país en 2019 como parte del acuerdo entre Cuba y la empresa turca Karadeniz Holding, pero su presencia en el país han ido aumentando cada vez más, conforme la situación energética en el país se ha ido agudizando y provocando apagones diarios en la isla.

En noviembre de 2021, el diario oficial Granma anunciaba el arribo de una cuarta central flotante de 130 MW que se instalaría en la bahía de La Habana, uniéndose a otras tres radicadas en la bahía de Mariel y, solo un año después, la cifra de patanas en el país se ha duplicado.